Se ha advertido una alta posibilidad de intervención del crimen organizado en las elecciones del 2 de junio, lo que ha llevado al Instituto Nacional Electoral (INE) a implementar un protocolo de seguridad desde el inicio de las campañas el pasado 1 de marzo, con el objetivo de proteger a los candidatos y evitar la infiltración de recursos ligados al crimen.
Según el informe sobre el Índice Global del Crimen Organizado, las organizaciones de narcotraficantes han ejercido una influencia significativa en el proceso democrático mexicano, buscando garantizar la elección o reelección de aliados políticos clave, incluso a través de asesinatos de políticos percibidos como amenazas.
Este panorama ha generado preocupación, especialmente después de que se reportaran 50 casos de violencia electoral entre junio de 2023 y febrero de 2024, con 33 personas asesinadas, incluidos 16 aspirantes a candidaturas, siendo Morena el partido más afectado con 11 víctimas mortales.
Xóchitl Gálvez ha iniciado su campaña en Fresnillo, considerada la ciudad más peligrosa del país, proponiendo un plan de 15 puntos que incluye la construcción de una prisión de alta seguridad. Por su parte, Claudia Sheinbaum ha propuesto 11 medidas para mejorar la seguridad, incluyendo la creación de un Sistema Nacional de Inteligencia y la reforma constitucional para elegir a jueces y magistrados.