El deterioro visual en las calles de San Luis Potosí a causa del grafiti descontrolado refleja la falta de compromiso del alcalde Enrique Galindo, generando críticas y preocupación entre la ciudadanía.
La ciudad de San Luis Potosí se encuentra sumida en la sombra de la inacción por parte del alcalde Enrique Galindo Ceballos, quien permite que el grafiti dañino deteriore de manera progresiva los espacios urbanos. La proliferación de estas manifestaciones de vandalismo no solo afecta la infraestructura urbana, sino que también socava la integridad estética de la ciudad y sus emblemáticos edificios, incluyendo el Centro Histórico.
Las calles de la capital potosina son un triste reflejo de la indiferencia de las autoridades municipales frente a la creciente amenaza visual. La falta de intervención y la aparente incapacidad del alcalde para abordar eficazmente este problema ha generado críticas contundentes por parte de la ciudadanía. El vandalismo se multiplica, evidenciando la falta de compromiso de Galindo Ceballos para preservar la identidad estética y cultural de la ciudad.
Las áreas más afectadas son visibles en calles céntricas como Mariano Abasolo y Guillermo Prieto, así como en las cercanías del puente de Avenida Universidad, donde las pintas y rayones desmejoran significativamente la imagen del corazón de la ciudad.
A pesar de contar con cámaras de vigilancia, la problemática del grafiti persiste como un desafío sin resolver para las autoridades locales. La aparente falta de estrategias efectivas para combatir este problema contribuye a una sensación generalizada de vergüenza entre la comunidad de San Luis Potosí. La ciudad merece un liderazgo comprometido y acciones concretas para preservar su belleza arquitectónica y cultural, elementos fundamentales para el bienestar y la identidad de sus habitantes.