El alcalde potosino, Enrique Galindo, se alía con extremista religioso, Eduardo Verástegui, a pesar de su pasado apoyo a los colectivos LGBT y feministas.
En un giro sorprendente, el alcalde Enrique Galindo ha buscado el apoyo de la ultra derecha al dar cabida al extremista religioso Eduardo Verástegui en el Centro Histórico de San Luis Potosí. En un acto desesperado por la falta de resultados de su administración, Galindo externó su respaldo y firmó un compromiso para impulsar la agenda de Pro Vida, que busca promover legislación antiaborto y antibodas gay.
Bajo la sombra de la polémica, Galindo, conocido como “el alcalde viajero”, firmó un convenio con el ex actor Verástegui, quien llegó a San Luis Potosí en un evento discriminatorio que excluía a las mujeres al convocar un rezo del Rosario exclusivo para hombres. Además, se dio a conocer la intención de crear el Instituto Potosino de la Familia “natural”, el cual, según afirmó el activista, estaría conformado únicamente por papá, mamá e hijos.
Estas acciones contradicen el pasado del alcalde Galindo, quien en su momento se reunió con colectivos LGBT y feministas, expresando su apoyo hacia ellos. Sin embargo, con este respaldo a la agenda de Verástegui, Galindo ha dado la espalda a estos sectores de la sociedad, mostrando una actitud cínica y descarada.
La llegada de Eduardo Verástegui y el respaldo del alcalde Galindo han generado un profundo malestar entre la comunidad, especialmente entre los defensores de los derechos humanos y la igualdad. Estas acciones evidencian una falta de coherencia y un oportunismo político por parte del alcalde, quien parece haber abandonado sus principios en busca de apoyo y resultados rápidos.
La controversia se ha desatado en San Luis Potosí, y es necesario que la ciudadanía esté atenta y alce la voz para salvaguardar los derechos y principios fundamentales de igualdad y respeto. La postura del alcalde Galindo y su respaldo a la agenda conservadora de Verástegui reflejan una falta de compromiso con la diversidad y la inclusión, y es importante que la comunidad se mantenga vigilante frente a estas acciones regresivas que amenazan la convivencia y el progreso en el municipio.
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