En Teherán hay funcionarios que afirman que existe una conspiración en las protestas por la muerte bajo custodia de una mujer de 22 años.
Miembros del gobierno iraní se han pronunciado en contra, tras el cuarto día de protestas tras la muerte de una mujer kurda de 22 años que estaba en custodia policial, alegando que los manifestantes han sido víctimas de una conspiración de sus enemigos.
Mahsa Amini murió este viernes tras ser detenida por la policía de la moral por no llevar correctamente el hiyab y los pantalones, un trágico episodio que ha desatado la furia en las calles contra el inexplicable y en ocasiones brutal trato que esta rama de la policía dispensa a las mujeres.
Han comenzado peticiones locales para la disolución de la policía de la moral, diciendo que sus acciones para hacer cumplir el hiyab son contraproducentes y discriminatorias.
“Los elementos principales del núcleo inicial de las reuniones en Teherán esta noche estaban completamente organizados, entrenados y planificados para crear disturbios en Teherán”, tuiteó Mohsen Mansouri, gobernador de Teherán.
Algunos legisladores iraníes afirmaron que personas externas, incluidas organizaciones de noticias respaldadas por los enemigos regionales de Irán en Arabia Saudita, estaban explotando su muerte. Sin embargo, continuaron prometiendo una investigación.
La escala de la violencia y el número de arrestos el lunes por la noche son difíciles de evaluar de forma independiente. Sin embargo, se publicaron vídeos de golpizas y protestas en las redes sociales, incluidas imágenes con el sonido de disparos.
El grupo kurdo de derechos humanos Hengaw, con sede en Noruega, dijo que había confirmado tres muertes en manifestaciones en la provincia de Kurdistán, una en cada una de las ciudades de Divandareh, Saqqez y Dehglan.