Durante una protesta en la capital mexicana, activistas como Gabriela Hernández, directora de Casa Tochan, expresaron su alarma ante la grave situación de desapariciones de migrantes en México.
Señalaron que muchos de ellos carecen de documentos de identificación, lo que contribuye a su invisibilidad, y lamentaron la falta de acciones por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Hernández resaltó la preocupación por la ignorancia gubernamental hacia estos casos, afirmando que es lo peor que ha hecho esta Administración, haciendo hincapié en la vulnerabilidad de los migrantes a delitos como la extorsión, el secuestro y el robo.
Además, denunció la contradicción entre el discurso de México como buen anfitrión y su papel como “guardián” de la frontera de Estados Unidos, calificando la entrega del Gobierno como “fatal”.
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